AEGA y Cei Prevención firman un acuerdo estratégico.
Cei Prevención cubrirá todas las necesidades en materia de prevención de riesgos laborales de los asociados de AEGA.
AEGA y Cei Prevención han firmado un acuerdo estratégico para cubrir todas las necesidades de sus asociados en materia de prevención de riesgos laborales. Las empresas deben garantizar la protección de la seguridad y la salud de sus trabajadores. Los accidentes y las enfermedades no afectan solo al trabajador, sino también a la productividad y al éxito de las empresas. Por eso, la prevención de riesgos laborales es un instrumento que protege a los trabajadores y, además, incrementa la eficacia y el rendimiento de las empresas.
Hablamos con Juan María López, Secretario General de AEGA, sobre la prevención en el sector de la venta y posventa de automoción.
¿Cree que el sector de automoción tiene interiorizada una cultura preventiva?
En general yo diría que sí y cada vez más. Son ya muchos años desde que se publicó la primera normativa de prevención de riesgos laborales en la empresa. Esa normativa y la labor de sensibilización han promovido el que, en estos momentos, la cultura de la prevención sea una realidad indudable en la mayoría de las empresas, y, desde luego, en las de nuestro sector. Ahora bien, todos, las empresas por supuesto y, desde luego, la Administración, debiéramos ir a la raíz y no a la forma de la norma. Como vulgarmente se dice no cojamos el rábano por las hojas. Vayamos a la raíz. Y es que aún pervive la cultura del “cumplimiento administrativo” alentado no pocas veces por la actuación sancionadora de la Administración cuando se imponen sanciones porque falta el punto sobre la “i” en cuestiones de “papeleo” en lugar de ver si se está realizando una verdadera prevención del riesgo laboral.
Pongamos un ejemplo concreto. El de la oficina de AEGA, sin ir más lejos. Claro que hay que documentar pero por encima de la documentación está la prevención real. En AEGA hicimos en su día un exhaustivo análisis de los riegos laborales que podíamos tener. Estamos hablando de una oficina. ¿Hay riesgos? Pues sí; y los encontramos. Por ejemplo, teníamos unos barrotes en las ventanas que impedían que entraran cacos o ladrones pero estamos en una entreplanta y también nos impedían saltar a la calle y salir en caso de, por ejemplo, un incendio. Eliminamos los barrotes e instalamos alarmas de detección de intrusos. Las antiguas impresoras ya eliminadas hoy en día de polvo de tóner que algunos recordamos y que estaban ubicadas junto a dos puestos de trabajo las trasladamos a otro lugar para evitar su posible toxicidad sobre las personas. Cambiamos prácticamente todos los enchufes y los cambiamos por enchufes de seguridad para evitar riesgos de incendio por sobrecalentamiento. Las estanterías están todas ancladas a la pared. Estudiamos la iluminación de cada puesto de trabajo, los planos en donde se ubican los teclados de los ordenadores, pedimos opinión a cada persona en su puesto de trabajo. Es decir, hemos procurado no sólo cumplir con la norma sino evitar el riesgo laboral REAL; hemos ido a lo verdaderamente importante. La realidad nos dice que en el concesionario, en el taller, en la estación de servicio, en la tienda de recambios, en el desguace… se está haciendo lo mismo. Es decir, cuando interiorizas la cultura de la prevención, estás pensando no sólo en el cumplimiento de una norma sino en hacer verdaderamente algo que reduzca la siniestralidad o las posibilidades de la misma. Eso es lo que creo que están haciendo nuestras empresas asociadas porque los pocos datos de siniestralidad así nos lo confirman.
¿Qué opina sobre la obligatoriedad de la formación en PRL en vuestro sector?
Creo que la formación es siempre positiva. Todos deberíamos de estar formados en prevención de riesgos laborales y si me apuras, incluso en primeros auxilios, desde el colegio. Que haya una formación en este tema me parece absolutamente esencial, sobre todo porque con la cultura de la formación interiorizas al mismo tiempo una cultura de prevención. Y es también cierto que cuando hay una obligación positiva, como es el caso, los seres humanos asumimos lo que puede haber detrás de la obligación.
También me gustaría señalar que en la prevención de riesgos laborales se hace mucho hincapié en el riesgo físico, incluso en las revisiones médicas, pero es importante que se incida también en el riesgo psicosocial, en lo que afecta a la parte emocional de la persona, en la gestión del estrés, por ejemplo, trabajando la empatía, la asertividad, el diálogo, la motivación de la persona. Creo que aquí queda más trabajo por hacer. Entramos en un terreno más delicado que afecta o puede afectar al mundo de los valores pero que es esencial para que una persona sea feliz. Hay que formarse y, desde luego, practicar cada día en este terreno.
¿Cuál es el índice de siniestralidad? ¿Cuáles suelen ser las causas más comunes de las bajas?
El índice de siniestralidad es, afortunadamente, muy bajo. Y las causas más comunes suelen ser, básicamente, luxaciones y esfuerzos musculares. Alguna vez alguna viruta metálica que salta a los ojos, sobre todo cuando se utilizan herramientas como sierras para cortar metales. Todo el mundo tiene que utilizar las gafas de protección al realizar ese tipo de trabajo pero a veces, como casi siempre, hay casos de exceso de confianza. En dos o en tres ocasiones muy extraordinarias y sólo una en Gipuzkoa, que yo recuerde, se han producido siniestros en cabinas de pintura. Conocí el caso de un empresario autónomo que utilizando una herramienta defectuosa que se partió perdió parte de un dedo. Otra situación que suele ser peligrosa y que en alguna ocasión ha generado algún problema es la que se produce cuando se va a recoger vehículos con plataformas grúa en la carretera. Ahí se pueden dar situaciones de cierto peligro, sobre todo si estás en un lugar donde hay mucho tráfico. Pero, como digo, son casos muy raros y, desde luego, no es lo habitual. Es más, recuerdo estas anécdotas porque son casos contados muy concretos que se nos han dado en más de treinta años de ejercicio profesional, como es mi caso en este sector.
¿Qué objetivos os marcáis para el futuro? ¿Es posible la siniestralidad cero?
La siniestralidad cero es, por definición, imposible. Nuestro objetivo es reducir al máximo posible la siniestralidad y creo que ese es el verdadero objetivo de la norma. En este sentido la formación ayuda y desde luego es importante. A partir de ahí, yo creo que todos nosotros como empresas, como asociación y también desde la autoridad laboral se debería incidir, como ya he señalado antes, en el espíritu de la ley y no tanto en la forma. No vayamos tanto a ver qué punto o coma de la ley me falta por cumplir y pasar así a la sanción. Eso está bien pero es lo fácil. Es decir, vayamos a lo que verdaderamente importa, que es reducir la siniestralidad. Vayamos a lo profundo, un poco más difícil, pero mucho más importante.
¿Qué beneficios aporta tener una organización que se preocupa por la salud y seguridad de sus trabajadores?
El beneficio es evidente. Una organización que se preocupa por la salud y la seguridad de sus trabajadores lo que está transmitiendo personalmente es “yo, como empresario/a me preocupo por tu salud, por tu integridad física y mental. Y, lógicamente, quiero que tengas un entorno de trabajo en el que te sientas segura/o, tranquila/o”.
La cultura organizativa que se preocupa por la seguridad y la salud de los trabajadores lo que hace es darles mayor seguridad. Porque velar por el bienestar físico de las personas en el entorno laboral me parece elemental; cualquier persona tiene derecho a que su entorno laboral sea un entorno seguro.
¿Qué supone el acuerdo de colaboración con Cei Servicio de Prevención?
El acuerdo con Cei es un acuerdo estratégico para AEGA que va más allá del propio servicio de prevención. El servicio de prevención es una de las partes del acuerdo, pero hay muchas más cosas que queremos trabajar juntos. Queremos que haya una prevención de 360°, queremos que la prevención se ADAPTE, además, específicamente, a los riesgos de nuestro sector, que nos cubra la totalidad de lo que puede ser un servicio de prevención, que nuestras empresas se sientan acompañadas en todo momento y en cada año. Es decir, lo que buscamos es que nuestros empresarios, que tienen ya una suficiente carga de normas encima, más el estrés del trabajo diario, no caigan en incumplimientos porque sean incapaces de recordar todas y cada una de las obligaciones y normas que en muy diversas materias les atañen. Queremos que en los aspectos normativos sean las empresas con las que estamos llegando a acuerdos, en este caso Grupo Cei, las que estén encima de nuestras empresas asociadas. Que no se nos olviden las cosas, que se acuda, que se recuerde, que se pasen circulares, que colaboremos juntos.
Y algo que va específicamente dirigido al sector de la venta y post-venta de la automoción. Es decir, que el servicio de prevención va a ser un servicio adaptado a las necesidades y a los requerimientos de las empresas del sector de la venta y post-venta de automoción. Que tienen una serie de necesidades que otros sectores no tienen. Ahí es necesaria la colaboración y el Feed Back de nuestras empresas, que deben trasladarnos sus inquietudes y sus necesidades específicas.
Por otra parte, hemos buscado un acuerdo con una empresa cercana, guipuzcoana, de una solvencia fuera de toda duda, que a nosotros nos ofrece garantía, que nos da seguridad en el largo plazo y en donde, además, podemos poner rostros y nombres concretos rápidamente y aquí, que eso también es muy importante, tanto para lo que es el servicio de prevención, como para la formación y para otros proyectos en los que ya estamos pensando. Sinceramente creo que es uno de los convenios estratégicos más importantes que ha firmado AEGA.